11:50
ESCUCHA EL TEMA DE HOY
Oscar Medina - En la casa de mi Padre
Lectura: Apocalipsis 21:1-8.
"Cosas que […] ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman" 1 Corintios 2:9
Un catedrático de una universidad cristiana percibió que sus estudiantes tenían una opinión distorsionada del cielo; lo consideraban un lugar estático y aburrido. Así que, para estimularles la imaginación, les hizo estas preguntas:
«¿Desearían despertarse mañana para descubrir que la persona a la que aman con la mayor de las pasiones los ama aún más? ¿Despertarse escuchando música que siempre les ha encantado, pero que nunca antes habían escuchado con semejante gozo infinito? ¿Levantarse con el nuevo día como si acabaran de descubrir el Océano Pacífico? ¿Despertarse sin sentirse culpables por nada en absoluto? ¿Mirar en lo más recóndito de su ser y que todo lo que vean les guste? ¿Despertar respirando a Dios como si Él fuera el aire? ¿Estar encantados de amarlo? ¿Y, por si fuera poco, amar a todos los demás?»
Todos los estudiantes levantaban la mano en respuesta a estas intrigantes preguntas del profesor. Si así es como será el cielo, e infinitamente mucho más, entonces ciertamente quisieran estar allí.
«Voy, pues, a preparar lugar para vosotros», dijo Jesús a Sus discípulos (Juan 14:2). Todos compartimos el deseo (en realidad, un anhelo muy profundo) de estar en ese hogar glorioso para siempre. Es un lugar de dicha indescriptible. ¡Y la bendición suprema será la presencia misma de nuestro Señor Jesucristo!__ VCG
Reflexión: Los mayores placeres de la tierra no pueden compararse con los gozos del cielo.
Oscar Medina - En la casa de mi Padre
Lectura: Apocalipsis 21:1-8."Cosas que […] ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman" 1 Corintios 2:9
Un catedrático de una universidad cristiana percibió que sus estudiantes tenían una opinión distorsionada del cielo; lo consideraban un lugar estático y aburrido. Así que, para estimularles la imaginación, les hizo estas preguntas:
«¿Desearían despertarse mañana para descubrir que la persona a la que aman con la mayor de las pasiones los ama aún más? ¿Despertarse escuchando música que siempre les ha encantado, pero que nunca antes habían escuchado con semejante gozo infinito? ¿Levantarse con el nuevo día como si acabaran de descubrir el Océano Pacífico? ¿Despertarse sin sentirse culpables por nada en absoluto? ¿Mirar en lo más recóndito de su ser y que todo lo que vean les guste? ¿Despertar respirando a Dios como si Él fuera el aire? ¿Estar encantados de amarlo? ¿Y, por si fuera poco, amar a todos los demás?»
Todos los estudiantes levantaban la mano en respuesta a estas intrigantes preguntas del profesor. Si así es como será el cielo, e infinitamente mucho más, entonces ciertamente quisieran estar allí.
«Voy, pues, a preparar lugar para vosotros», dijo Jesús a Sus discípulos (Juan 14:2). Todos compartimos el deseo (en realidad, un anhelo muy profundo) de estar en ese hogar glorioso para siempre. Es un lugar de dicha indescriptible. ¡Y la bendición suprema será la presencia misma de nuestro Señor Jesucristo!__ VCG
Reflexión: Los mayores placeres de la tierra no pueden compararse con los gozos del cielo.
nuestro pan diario.
Hemos pasado mucho tiempo viendo quién era Jesucristo y qué hacía
cuando vivía en la tierra. Hemos visto que Jesucristo es el Hijo de Dios y
que vino a la tierra por una razón muy importante: para pagar por nuestros
pecados con su muerte. Hemos visto que Jesucristo resucitó de la muerte
y regresó al cielo para estar otra vez con su Padre.
¿Alguna vez te has preguntado cómo es el cielo? ¿Te preguntas qué está
haciendo Jesucristo allá? La Biblia nos cuenta lo hermoso que es el cielo.
Nos cuenta de Dios y del trono donde Él se sienta. No habrá enfermedad
en el cielo, y nadie va a llorar ni ponerse triste. Lo más maravilloso del
cielo es que ¡Cristo nuestro Salvador está allí! ¡Qué maravilloso lugar!
Cristo les dijo a sus discípulos lo que iba a hacer después de regresar al
cielo para estar de nuevo con su Padre. Cristo dijo, “No se angustien…
voy a prepararles un lugar.” Jesucristo quiere que todos los que le
amamos vayamos a estar con Él. Él nos está preparando un lugar muy
especial.
Cristo dijo, “Yo soy el camino, la verdad y la vida. Solamente por mí se
puede llegar al Padre.” Cristo es el camino al cielo. Cristo es la verdad.
Cristo es la vida eterna. Si queremos estar en el cielo con nuestro Padre
Dios, entonces tenemos que ir por medio de Cristo.
Mientras Cristo prepara este lugar especial, también ¡está orando por ti y
por mí! Cuando estás en tu casa o afuera, cuando estás dormido, cuando
estás despierto, durante la noche y durante el día, Cristo ora por ti. Cristo
dijo, “No se angustien.” Nunca tienes que preocuparte ni tener miedo.
Cristo sabe lo que necesitas en este momento, y Él pide a su Padre
exactamente las cosas que tú necesitas.
cuando vivía en la tierra. Hemos visto que Jesucristo es el Hijo de Dios y
que vino a la tierra por una razón muy importante: para pagar por nuestros
pecados con su muerte. Hemos visto que Jesucristo resucitó de la muerte
y regresó al cielo para estar otra vez con su Padre.
¿Alguna vez te has preguntado cómo es el cielo? ¿Te preguntas qué está
haciendo Jesucristo allá? La Biblia nos cuenta lo hermoso que es el cielo.
Nos cuenta de Dios y del trono donde Él se sienta. No habrá enfermedad
en el cielo, y nadie va a llorar ni ponerse triste. Lo más maravilloso del
cielo es que ¡Cristo nuestro Salvador está allí! ¡Qué maravilloso lugar!
Cristo les dijo a sus discípulos lo que iba a hacer después de regresar al
cielo para estar de nuevo con su Padre. Cristo dijo, “No se angustien…
voy a prepararles un lugar.” Jesucristo quiere que todos los que le
amamos vayamos a estar con Él. Él nos está preparando un lugar muy
especial.
Cristo dijo, “Yo soy el camino, la verdad y la vida. Solamente por mí se
puede llegar al Padre.” Cristo es el camino al cielo. Cristo es la verdad.
Cristo es la vida eterna. Si queremos estar en el cielo con nuestro Padre
Dios, entonces tenemos que ir por medio de Cristo.
Mientras Cristo prepara este lugar especial, también ¡está orando por ti y
por mí! Cuando estás en tu casa o afuera, cuando estás dormido, cuando
estás despierto, durante la noche y durante el día, Cristo ora por ti. Cristo
dijo, “No se angustien.” Nunca tienes que preocuparte ni tener miedo.
Cristo sabe lo que necesitas en este momento, y Él pide a su Padre
exactamente las cosas que tú necesitas.
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