My Diary.
to Share my Life Events

La perfecta Navidad

Las canciones en la radio, los programas de televisión, el exceso de publicidad en cuanto a la festividad —el mensaje de nuestra cultura es más claro que el agua: La celebración ideal puede, y debe, ser suya. Pero la realidad es a menudo diferente. Para muchas personas, las semanas previas a la celebración al nacimiento de Jesús están llenas de tensión y dificultades, y la presión de tener una fiesta maravillosa persiste no tan sutilmente en el fondo de nuestra mente. Lo que necesitamos es una manera de pensar diferente. Ginger Garrett y Suzanne Lesser nos ofrecen sus reflexiones sobre lo que significa tener realmente una buena Navidad.
Paz, no perfección
escucha el tema Un hombre parcialmente paralizado estaba teniendo problemas para desplazarse por el pasillo de la tienda abarrotada de compradores navideños. Mientras pasaba frente a mí, el bullicioso gentío nos empujó el uno hacia el otro, y entonces lo escuche susurrar tímidamente: “Feliz Navidad”. Su cuerpo estaba enfermo, pero él irradiaba paz.
Eso me hizo recordar que la Navidad es la paz de Dios que viene a habitar en medio de nuestras circunstancias. Después de todo, la primera Navidad no parecía perfecta. Ninguna mujer quiere dar a luz rodeada de animales y cabalgar sobre un asno durante el noveno mes de embarazo. Sin embargo, cada detalle, cada inconveniente y cada humillación, eran parte del misterioso plan de Dios.
Podemos quedar atrapados por el mito de la celebración perfecta cuando ella refleja nuestros propios deseos. Pero la Navidad se trata del regalo de Dios para nosotros: la paz en un mundo caído y el llamado a confiar en su plan.
La Navidad llega, estemos listos o no para recibirla. Las bendiciones de Dios no están cautivas por agendas apretadas. La paz no es una recompensa para aquellos que terminan de hacer todo el 24 de diciembre. Ella simplemente nos llena el corazón cualesquiera que sean nuestras circunstancias. De manera muy parecida, Cristo no necesitó que termináramos de hacer nuestro trabajo antes de que Él pudiera salvarnos. La salvación de Dios siempre nos ha encontrado en las circunstancias y realidades más insólitas —incluso de rodillas junto a un pesebre.
En verdad ese era un lugar insólito, especialmente para una madre primeriza. Pienso que si José lo hubiera planeado mejor, podrían haber llegado a Belén antes. Podrían haber conseguido una habitación. María habría estado más cómoda.
Pero en ese establo, Dios celebró el nacimiento de su Hijo y la culminación de siglos de espera y preparativos. Si alguien tenía derecho a exigir que todo fuera perfecto en ese día, ese era Dios. Quizás el Padre celestial quería privacidad —un ambiente íntimo y tranquilo para el nacimiento de su Hijo. Después de todo, si María hubiera conseguido una habitación en la posada, habría estado rodeada de gente, y no hay nada más perturbador que un extraño que quiere ser servicial. Pero Dios nos dio a Jesús en sus términos y a su manera. Si esa primera mañana de Navidad parecía menos que ideal, era porque se trataba de algo totalmente distinto, era divina.
Puede ser que usted no pase la mañana de Navidad en un establo. Puede ser que consiga una habitación en la posada. Puede ser, incluso, que termine de hacer sus compras, preparar la comida y decorar el árbol. Pero si se le cansa el cuerpo, si su camino se le vuelve difícil y si nada le sale conforme a lo planeado, recuerde que usted puede abrazar la Navidad tal y como se encuentre. Rechace las falsas promesas de perfección. Usted no tiene que esperar por la paz, porque la paz no esperó por usted. Ella está aquí y ahora mismo.
-Ginger Garrett
Navidad pasada, Navidad presente
¿Alguna vez siente que la Navidad no es tan maravillosa como solía ser antes? Ahora que soy una esposa y madre ocupada, pienso con agrado en las Navidades cuando estaba soltera. Hacer compras para mi familia era algo rápido, y cocinar lo hacía casi en un santiamén. Tenía tiempo de sobra para servir a los demás. Pero lo que más echo de menos es el aislamiento que me permitía reflexionar acerca del nacimiento de Cristo y su significado en mi vida.
Hoy día, el mes de diciembre en mi casa es un torbellino. Tanto los padres de mi esposo como los míos están divorciados. Tenemos hermanos que nos visitan de lejos. Eso significa que nos encontramos con varios miembros de la familia e intercambiamos regalos en diferentes ocasiones. En los últimos dos años, he estado tan ocupada haciendo compras, cocinando, limpiando, envolviendo regalos y celebrando, que no he tenido tiempo para disfrutar de lo que solía hacer en esta temporada tan especial.
Estoy tentada a pensar: “La Navidad era mucho mejor en ‘los viejos tiempos’”. Posiblemente usted piensa igual que yo. La naturaleza humana tiende a idealizar el pasado, sobre todo si percibimos que lo de hoy, de alguna manera, es menos deseable. Pero nuestro llamado como creyentes es vivir en el presente. ¿Cómo podemos sacar el máximo provecho de esta Navidad, cuando los recuerdos de los días mejores son tan a menudo un obstáculo?
Sin lugar a dudas, lo más importante que hay que hacer, es cultivar nuestra relación con Dios. Tenemos un control limitado sobre las circunstancias, pero siempre podemos hacer algo en cuanto a nuestra vida de oración. La diferencia en nuestra perspectiva es increíble cuando hemos confiado una situación a Dios y decidido apoyarnos en su fuerza en vez de la nuestra.
Una vez que estemos caminando en comunión íntima con Dios, debemos dar pasos para mejorar nuestras circunstancias. Tal vez, usted necesite hablar con su familia en cuanto al número de regalos. O quizás pasar un día de Navidad reunido con los hermanos de la iglesia. Trate de identificar las dificultades de su celebración de Navidad, y pida a Dios una manera práctica de resolver el asunto.
Es muy probable que, a pesar de sus mejores esfuerzos, haya aspectos que se mantendrán poco ideales. Permita que esos momentos dolorosos, estresantes o atareados le acerquen más a Dios. Recuerde su presencia constante y el amor incondicional que siente por usted. Hable con Él sobre lo que le hiere, y pídale sabiduría para manejar sus luchas. Cuando lo haga, dé gracias a Dios por conocer el verdadero significado de la temporada navideña, y permita que eso cambie su vida.
Una famosa canción llama a la Navidad “la época más maravillosa del año”. Desdichadamente, puede ser también el tiempo más difícil para mucha gente. La buena noticia es que esta fiesta no tiene que hacernos sentir desdichados, incluso si nuestras Navidades no son ahora lo que solían ser antes. Con Jesús en medio de todo lo que hacemos, la Navidad puede ser lo que debe ser: algo mejor, incluso, de lo que era en “los viejos tiempos”.
fuente:
www.encontacto.org
ESTEREO EMANUEL ESTEREO EMANUEL Author

Popular Posts

Multimedia Updates

Formulario de contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

Followers

Follow Us on Facebook

Ads

Slide Show

Find Us On Facebook

Flickr Images

Featured Posts

"ESTEREO EMANUEL " Es una raido Cristiana que se a propuesto enseñar la verdadera palabra de Dios, con programas Cristocentricas, y muisca variada, que invita a adorar a Dios

tune In Radio Listen Now!

Follow Us on Facebook

Sponsor Advertisement

Popular Posts

Ads

Advertisement With Us

Social Buttons

Video

About Templatezy

Photo on Flickr

Sponsor Advertise

Popular Posts

Popular Posts